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Casos

¿Cómo burlar la ley de forma legal?

Si ha oído hablar de los vacíos legales que le juegan en contra casi siempre al consumidor... no se afane, resulta que también existen casos en donde es el ciudadano, quien ha aprovechado los 'huecos' de la ley, para salirse con la suya.

18 de agosto de 2014

RT resumió siete casos en donde los clientes y ciudadanos aprovecharon los vacíos de la Ley o reglamento de la empresa para tomar ventaja y recibir beneficios extras. Tal vez no es lo más ético, pero definitivamente tampoco es ilegal.

La letra pequeña:
¿Siempre lee los contratos con atención? El ruso Dmitri Agarkov burló a un banco ruso, cambiando el contrato de crédito que le habían concedido y escribiendo que la comisión del banco por el crédito era 0%. El banco firmó el contrato, porque ninguno de sus empleados lo leyó. Después de dos años el banco intentó recaudar el dinero que le correspondía con una orden judicial, pero fracasó. En respuesta Agarkov exigió que el banco le pagara 24 millones de rublos, de acuerdo con el mismo contrato que indicaba que cada intento de cambiar su texto costaría al banco 3 millones. Después de juicios duraderos, ambas partes arreglaron el caso.

Cenas de lujo gratis:
Un chino usó un billete en primera clase para la aerolínea China Eastern para cenar gratis en la sala VIP durante casi un año. ¿Cómo hacía? Tras tomar la cena de lujo en el aeropuerto de Xi'An, que se ofrece a los pasajeros de primera, el ingenioso chino cambiaba la fecha de salida (que se hace gratis) y se marchaba para regresar el día siguiente. La historia, publicada en el periódico malasio chinoparlante Kwong Wah Yit Poh, se destapó cuando la aerolínea se dio cuenta de que el billete había sido cancelado más de 300 veces. Al confrontar a la aerolínea, el hombre devolvió el billete y recuperó el 100% de su precio.

Tercerización del trabajo:
Un programador estadounidense que trabajaba para una empresa en EE.UU. contrató a una empresa en Shenyáng, China, para que hiciera su propio trabajo. El hombre pagaba a la compañía china una quinta parte de su salario y era considerado el mejor programador de su departamento. Así vivió unos años, hasta que se descubrió su truco y lo despidieron.

¡Actuemos!:
En 2007 en el estado de Minnesota (EE.UU.) fue adoptada la ley que prohíbe fumar en lugares públicos. Los dueños de los bares, cuyos ingresos cayeron debido a la ley, encontraron un agujero en la ley: se permitía fumar a los actores que interpretaban un papel en el lugar donde lo interpretaban. Como la ley no estipulaba si debía ser una actuación profesional o de aficionados, los bares empezaron a 'ofrecer espectáculos' donde el personal y los clientes eran 'actores' que fumaban 'interpretando sus papeles'.

Recolector de puntos obsesivo:
Desde el año 2000 el estadounidense David Phillips y su familia vuelan gratis en avión. En 1999 Phillips, que da clases en la Universidad de California, se aprovechó de una campaña promocional que invitaba a comprar pudín producido por Healthy Choice a cambio de puntos en el programa de viajero frecuente de American Airlines. Phillips invirtió unos 3.000 dólares para comprar una cantidad monstruosa de pudín, por lo que recibió 1.253.000 puntos. Además, donó una gran parte al Ejército de Salvación, haciendo así también una buena obra para la sociedad.

Vuelos moneda a moneda:
Los cazadores de puntos en programas de viajero frecuente usan todos los recursos posibles para alcanzar su objetivo. A mediados de la década pasada, en un intento de promover el uso de las monedas de 1 dólar en vez de los billetes, EE.UU. ofreció la posibilidad de comprar las monedas en Internet, pagando con tarjetas de crédito y con transporte gratis. Jane Liaw Liaw y muchos otros ciudadanos aprovecharon esta oportunidad para comprar monedas, recibirlas gratis y pagar con ellas el crédito, quedándose con puntos que después usaron para obtener billetes de avión gratis.

Fundar un país para no pagar impuestos:
En 1969 el estado de Australia Occidental introdujo una cuota de producción de trigo. Leonard Casley, que logró cosechar mucho más trigo de lo permitido, intentó negociar el cambio de la cuota pero fracasó. Entonces él y sus vecinos declararon la independencia de Australia y se proclamaron Provincia de Hutt River, lo que un par de años más tarde fue cambiado por Principado de Hutt River, y Casley tomó el título de príncipe Leonardo I. El principado, que aunque es independiente de Australia se mantiene leal a la reina Isabel II, tiene un área de unos 75 kilómetros cuadrados y apenas 60 habitantes.