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Vehículos

Típicos accidentes de tránsito que pueden salir costosos

Tener un vehículo no sólo implica una responsabilidad financiera sino también una educación vial importante porque, de no tenerla, igual, le puede salir bastante caro.

3 de junio de 2016

Por lo general, para poder sacar el pase de conducción y manejar un vehículo, usted tiene que hacer un curso de conducción en el que pueda aprender y desarrollar las habilidades necesarias que le permitan tener un buen desempeño manejando un automóvil. En el proceso le evaluarán que tenga conocimiento de las respectivas normas de tránsito, cosas básicas sobre mecánica, tips de primeros auxilios así como sus aptitudes físicas.

En esto, existe el caso de aquellos que hicieron dicha preparación pero a la hora de conducir lo olvidan todo; como aquellos que aprendieron empíricamente y tienen un mayor conocimiento de las normas… o viceversa. El tema es que sin importar cuál sea el caso, lo que cualquier persona tiene claro es que estar involucrado en un accidente de tránsito es algo que resulta muy costoso.

Incluso, según datos del Informe Forensis 2014, elaborado por el Instituto de Medicina Legal, el choque ocasionó más de la mitad de las muertes en accidentes de tránsito en Colombia (51,92%), seguido por el atropello (32,42%), caída del ocupante (6,83%), caída del vehículo al precipicio (1,56%), entre otros. Lo peor de todo, es que muchos de estos accidentes pueden prevenirse, porque son situaciones que están bajo el control del conductor y de sus ocupantes, las que realmente causan los accidentes.

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De acuerdo con Rafael Mayorga, Director de Seguridad Vial, AIG Seguros Colombia, “es importante que los colombianos sean conscientes respecto a que un gran número de accidentes de tránsito se pueden prevenir si quienes están frente al timón evitan las siguientes situaciones”:

  • Las distracciones

Una de las más frecuentes entre los conductores colombianos es la del celular, aun cuando datos recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que los conductores que usan teléfonos móviles mientras conducen están expuestos cuatro veces más a estar involucrados en un accidente de tránsito que los conductores que no los usan.

Entre otras también están: fumar, consumir bebidas o alimentos, cambiar la emisora o un cd, maquillarse, fijar la mirada en vallas publicitarias o en otras personas que circulan cerca a nuestro vehículo.

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“Igualmente en el país se está generalizando cada vez más el uso de sistemas de navegación y los de adaptación inteligente de la velocidad (SAI). Estudios recientes de la OMS indican que esta tecnología ayuda al conductor en entornos desconocidos (por ejemplo, utilizar un sistema GPS puede ser más seguro para el conductor que servirse de un mapa), no obstante también pueden conllevar a una distracción mientras se maneja”, añade el experto Mayorga.

  • La fatiga

Otra de las típicas entre los colombianos, cuando tienen horarios de trabajo extenuantes y, al salir en su vehículo, el cansancio puede disminuir su capacidad de reacción ante cualquier situación imprevista en la carretera. En este caso, una siesta de al menos una hora antes de empezar el viaje le puede servir para recuperar energías.

Ahora bien, para evitar la fatiga, “también es importante conocer nuestro ciclo de sueño: si somos personas acostumbradas a estar despiertas durante las mañanas, es preferible que realicemos los  viajes en carretera en este momento del día y viceversa. El cuerpo no se adapta fácilmente a los cambios en estos ciclos y, por ello, conducir durante los horarios habituales de descanso puede conllevar a imprevistos en la vía”, sugiere el especialista de AIG.

  • Los excesos de velocidad

Otra de las situaciones más comunes por las que se presentan accidentes y una de las que más costos puede llegar a generar, al involucrar daños a personas y bienes materiales. Entonces, comprender y hacer caso a las señales de tránsito y sus indicaciones sobre el límite de velocidad, es muy importante.

Adicionalmente, es recomendable conocer los consejos útiles del Código Nacional de Tránsito (Ley 769 de 2002 y Ley 1383 de 2010), que se refieren a los límites de velocidad en vías urbanas y rurales. 

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El verdadero costo

Como ve, la mayoría de estas situaciones pueden estar bajo su control, así que es sobre usted que puede recaer gran parte de la responsabilidad cuando sucede un accidente. Claro, no dejamos por fuera tampoco a esas otras personas irresponsables que conducen alrededor suyo y que lo pueden involucrar también en un accidente.

El problema con los accidentes es que, como explica Daniel Guerrero, gerente de Autos de AIG, “en el cálculo de los costos influyen mucho una gran variedad de factores como el tipo y marca del carro, el tipo de accidente y las distintas responsabilidades de los distintos actores de la vía en la ocurrencia del mismo. Por ende, es muy difícil establecer unos costos para los accidentes comunes, pues en este sentido cada caso de un accidente de tránsito difiere radicalmente del otro”.

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Pero si usted se pone a preguntar por cosas tan pequeñas como una rayadura en la pintura del vehículo o el cambio de una autoparte, sabrá que no sale nada económico. Ahora, ésta también es la importancia de contar con un seguro de vehículo que pueda ayudarle a respaldar un accidente dado el caso de que ocurra.

Por ejemplo, uno de nuestros lectores, Andrés, nos compartió su caso en el que se le venció el seguro del vehículo y olvidó hacer la renovación. El tema es que vio que, como durante el primer año no tuvo un accidente, podía seguir sin la protección del seguro. Lo que no previó es que se distraería mientras intentaba cambiar de carril y, en el que iba, el vehículo de adelante había empezado marcha y terminó chocándolo.

Entre tantas situaciones, efectivamente, la responsabilidad recayó en Andrés, así que tuvo que asumir el gasto no sólo de reparar su vehículo, sino también los del vehículo al que afectó; tratándose de unos cuantos millones. Ahora, dependiendo del tipo de seguro, si Andrés lo hubiera tenido, éste le hubiera ayudado a soportar casi que el 80% de los gastos en los que incurrió y no hubiera salido el dinero de su bolsillo en tanta cantidad.

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“En caso de un accidente de tránsito en que una persona sea hallada responsable por los costos de daños y perjuicios a terceros y está asegurada con una póliza de autos, el seguro responde por estos costos hasta el límite de la cobertura. De no contar con un seguro, la persona deberá asumir estos gastos de su propio bolsillo”, puntualizó Guerrero.