Un ejército de la innovación

En alguna ocasión leí el fascinante libro Community: the structure of belonging del famoso autor Peter Block. Aunque este era un libro extenso y un poco redundante su principal mensaje quedo gravado en mi mente de una forma muy profunda. A Peter Block le interesaba entender de dónde surge el sentimiento de pertenencia en una comunidad ¿cómo hacer para sentir orgullo y construir capital social en una sociedad? La respuesta a esta pregunta es sencilla pero contundente: en nuestras conversaciones diarias. Somos lo decimos que somos. Nos convertimos en lo que pensamos que somos. Y por sobre todo, creemos en lo que los medios nos dicen que somos. Según Peter Block en cada conversación diaria construimos un país y en Colombia tenemos mucho por mejorar.

Por supuesto con esta simple idea en mente es fácil sentir tristeza de lo relegadas que están las historias positivas en nuestro país. Y mucho más las historias de emprendimiento e innovación. Yo pienso que ya es hora de tener un debate serio sobre este tema. Por ejemplo, los dos canales de televisión en Colombia, Caracol y RCN, mantienen por lo menos una novela sobre narcotráfico al aire durante todo el año. El caso más reciente en RCN, tan pronto terminó la novela Tres Milagros, arrancó La Mariposa. Y siempre que le preguntan a un productor o a un director sobre el tema se defiende diciendo “que tenemos que exponer nuestra realidad”. Lo cual me hace pensar genuinamente ¿es esta nuestra realidad? En su hermoso libro El valor de educar el filósofo español Fernando Savater asegura que el problema de la televisión “no es que no enseñe, sino que enseña mucho”. Y con el caso de La Mariposa a los señores de RCN les pareció que nos falta entender ¿cómo opera el mundo del lavado de dinero? Muy educativo, y sobre todo, muy enriquecedor para nuestras conversaciones diarias.

Realmente estoy dispuesto a desafiar la sabiduría popular de que nuestra realidad es que somos un país de narcotráfico y de egoístas. Todo lo contrario. Pienso que este es un país lleno de historias de emprendimiento e innovación. Y tal vez lo más bonito de esta historia es que quienes están dando el verdadero ejemplo para construir esta nueva realidad son las nuevas generaciones. Tengo más de treinta años y nunca he conocido personalmente a un narcotraficante. Pero sí he tenido la oportunidad de conocer jóvenes como Andrés Barreto y Juan David Aristizábal que le están enseñando al país lo que realmente significa contar buenas historias. Tal vez nada tiene más potencial que una persona loca, soñadora, y con un plan. Y este par de soñadores tienen un plan.

En un reciente artículo para Finanzas Personales tuve la oportunidad de contar la historia de Andrés Barreto. Y aunque por supuesto el tema del Grooveshark llama mucho la atención, el proyecto más interesante de Andrés es PulsoSocial. Después de tener éxito como emprendedor, a tan corta edad, el principal interés de Andrés no fue el dinero, sino promover y apoyar otros emprendedores innovadores en toda la región. Es la misma historia de Juan David Aristizábal quien con un compañero suyo, Juan Manuel Restrepo, decidieron crear juntos Buena Nota una comunidad para promover emprendimientos sociales e ideas positivas. Luego de estudiar Administración en el CESA estos muchachos podían estar pensando en dinero, pero no, su ilusión era ayudar a muchos otros más. Entonces ¿somos los colombianos egoístas? ¿nuestras historias solo tienen que ver con violencia y dinero fácil?

Quiero hacer un llamado en este corto escrito a mis colegas periodistas económicos y de negocios. Tenemos que defender y crear los espacios para contar historias como las de Andrés y Juan David de las cuales está lleno este país. Recuerdo cuando estaba en la universidad y contrataron al prestigioso profesor de la Escuela de Negocios de Harvard, Michael Porter, quien diseñó el conocido Informe Monitor para desarrollar la competitividad del país. Fueron diez ejes estratégicos para trabajar, y uno completo de ellos, Porter lo dedicó a  la importancia del periodismo económico. Colegas para ser un gremio tan reducido tenemos una inmensa responsabilidad. Hay millares de emprendedores desarrollando cambios positivos en estos momentos a los que podemos apoyar.

Entonces es nuestra decisión. En nuestras conversaciones diarias construimos un país. Literalmente en estos momentos hay ejércitos de personas en el día a día contando una historia del país que no somos. Tanto en las montañas como las casas y en las oficinas. Tenemos que crear un ejército distinto. Les aseguro que quienes quieren cambiar y crear ideas positivas no quieren ser los protagonistas de esta historia. Necesitamos a todo un ejército de la innovación.