Raúl Cardona, Docente Universidad Eafit. | Foto: Archivo Semana

Opinión

¿Para qué pensar en el retiro desde ahora?

Los seres humanos enfrentan un dilema, vivir el presente sin abstenerse de gastar en lo necesario y de darse gusto o guardar para el mañana, pero la dificultad radica en precisar cuál mañana y para qué reservo dinero.

Raúl Armando Cardona
19 de agosto de 2008

¿Para el próximo año necesito algo?¿Para dentro de cinco años, cuando espero realizar planes que cambiarán mi vida?¿O para treinta años cuando desee retirarme y disfrutar la cosecha de lo cultivado y cuidado durante la vida económica activa?

En todos los horizontes deben tenerse objetivos y metas, y para cada uno deben planearse los recursos que los harán realidad, pero sobre el último horizonte, surge una pregunta, ¿a qué edad les llega a las personas el retiro o el fin de la vida económica? Podría contestarse a esta pregunta de muchas maneras, estás serían algunas de ellas:

1. A la edad para jubilarse fijada legalmente en un país; por ejemplo en Colombia, la regulación sobre seguridad social en materia pensional define que las mujeres se jubilarán a los 57 años y lo hombres a los 62 años, eso siempre y cuando no se modifique la norma, como en muchos países desarrollados que ya han elevado esta edad a los 65 años.

2. A aquella que el mercado laboral considera que ya no se tiene acceso al trabajo; por ejemplo en Colombia es difícil conseguir trabajo después de los 50 años, incluso buena parte de las ofertas de empleo de los avisos clasificados publicados por las empresas requieren personas de menos de 35 años de edad.

3. Cuando esté acorde con el plan de vida de las personas y que además se tengan los suficientes recursos que les brinden seguridad económica en lo que resta por vivir y para no depender de los ingresos laborales.

¿Cuál de estas tres situaciones podría considerarse como la mejor? No creo que haya desacuerdo en que el ideal sería la tercera opción, dado que la posibilidad de llegar a la edad de pensión puede volverse cada vez más esquiva, si ésta se sigue aumentando, dada la dificultad que se ha venido planteando por las tres reformas pensionales que el país ha tenido (La Ley 100 del año 1993 y las reformas en los años 2002 y 2004), debido a la disponibilidad de recursos del sistema y de su sostenibilidad.

La segunda opción, es muy lamentable para un país y para sus ciudadanos, el querer y necesitar trabajar, pero sentirse rechazado del mercado laboral, por razones que se les aducen a personas mayores a 50 años, entre las cuales podrían considerarse las siguientes: alta reacción al cambio; las mañas que pueden traer; su falta de actualización en los conocimientos para el área del saber en la que se les busca; porque hay personas más jóvenes y creativas, con conocimientos más avanzados y frescos, con manejo de nuevas tecnologías, que dominan dos o más idiomas y tal vez con menos experiencia pero dispuestos a trabajar por un menor salario. ¿No cree usted que éstas son argumentos totalmente discutibles porque que no dependen necesariamente de la edad?

Respecto a la tercera situación, el poder retirarse cuando uno esté estable, para lograr: poder trabajar en forma independiente la cantidad de tiempo que desee (no que necesite) en sus propios negocios o participando de juntas directivas o como consultor; a disfrutar la vida; a participar en actividades de tipo social que busquen la mejoría de calidad de vida de la comunidad; a dedicar más tiempo a sí mismo y a su familia, leer más, pasear, viajar, descansar, tener más actividad física, en fin, a aprovechar plenamente el tiempo libre y tomar la vida como se desearía llevar, no como tiene que hacerse para poder subsistir.

Si hay acuerdo sobre la tranquilidad que tendría una persona en desear la tercera opción, debe pensarse en cómo llegar a la situación deseada así nos toque pensar a 30 años o más, planear para preparar el camino, tener disciplina, no desistir de lo programado ni desviarse en el transcurso del viaje cuando vengan los inconvenientes o nuevos deseos.

Este tema será tratado en el próximo artículo, sobre la necesidad de ahorrar y de invertir, del porqué debe tenerse claridad sobre éstas dos opciones y que instrumentos existen en los mercados financieros para hacerlo, los cuales serán elegidos en función de la liquidez, la rentabilidad y riesgo que ofrecen, para ir acumulando el dinero que en el futuro le dará la tranquilidad financiera para vivir acorde a lo planeado, usted y su familia.