Sandra Liliana Miranda Forero, Magistra en Economía y Economista de la Pontificia Universidad Javeriana. | Foto: Alejandro Acosta

Columnista

Nunca piense que “no sirve” para un empleo

Seguramente le habrá ocurrido al menos una vez, que después de participar en un proceso laboral no fue elegido para un cargo, a pesar de estar seguro de tener todas las habilidades y ajustarse al perfil del mismo.

Sandra Liliana Miranda Forero, Magistra en Economía y Economista de la Pontificia Universidad Javeriana.
13 de agosto de 2014

No es halagador recibir un no por respuesta y hay que reconocer que incluso esta negativa puede ser causante de que su autoestima se vea afectada. Sin embargo, en este artículo lo invitaremos a analizar cuales pudieron ser las verdaderas causas de no haber sido seleccionado para un cargo y a autoevaluarse para mejorar las probabilidades de éxito en su próximo intento.

Analice sus errores
Lo primero que debe preguntarse y más que esto, responderse a conciencia, es si en verdad usted aplicó al empleo de sus sueños o si solo lo hizo por creer que el salario era conveniente o las funciones eran aceptables. Si analiza el contexto en que ha aplicado a cargos en el pasado, es probable que en más de una oportunidad, usted no estuviera del todo convencido y estuviera buscando, un “escampadero”.

Aunque usted no lo crea, este es un factor que los entrevistadores pueden oler a kilómetros, en especial cuando escuchan sus argumentos frente a preguntas como: ¿Por qué le interesa trabajar con nosotros? ¿Qué le aportaría al cargo y que le aportaría el cargo a usted? Cuando no se está convencido de algo, aunque se estudie un libreto previo, la respuesta no será honesta y los psicólogos son muy hábiles en detectar cuando en verdad un candidato está motivado para obtener un cargo o no lo está.

Otro factor que puede influir en que no sea finalmente elegido para un trabajo y que en nada tiene que ver con sus verdaderas habilidades, es que probablemente el empleo ya tiene “dueño”; es decir, aquellos casos poco deseados, en donde existe un candidato “recomendado” que prácticamente tiene el cargo asegurado. Por supuesto, en la mayoría de empresas se parte de la buena fe, en que los procesos laborales son transparentes, pero no es así en todos los casos.

Así que si no lo eligen es probable que la causa sea que ya había un “ganador” previo. Ahora bien, aunque es lo que suele pensarse de inmediato cuando no se obtiene un empleo, no piense que siempre esta es la razón. Analice también en que pudo haber fallado.

Analice cómo se “está vendiendo”, en el buen sentido de la palabra. Usted puede ser el mejor en su campo, pudo haber sido el mejor estudiante de su carrera o posgrado, pero si su hoja de vida está mal diseñada, si omite información importante e incluye datos que a un empleador poco o nada pueden interesarle, está fallando en la manera de “publicitar” su trabajo.

Otros factores como ir presentado de manera inapropiada a una entrevista, saludar con inseguridad, no sonreír o no mirar a los ojos a su entrevistador, podrían ser las razones por las cuales no supere los procesos de empleo. Si se propone mejorar estos factores verá como los resultados también serán los mejores.

Creo que lo hice bien y aun así no me eligieron
Si usted siente y piensa (objetivamente), que después de superar varias etapas dentro de un proceso laboral, no fue seleccionado y esto le pareció injusto, jamás piense que usted no es lo suficientemente bueno, ni permita que se lo hagan creer. Como bien lo dijo Steve Jobs en su discurso en la Universidad de Stanfford, jamás hay que permitir que a uno de digan que no es lo suficientemente bueno para algo, o que no debe insistir en ello.

Piense que si una empresa optó por contratar a otra persona, usted podrá intentarlo mil y una veces más si está seguro de tener tanto la aptitud como la actitud para desempeñarse en un empleo y habrá un lugar esperando por usted y en donde valorarán su trabajo y encontrará un mejor entorno laboral. Con el tiempo se dará cuenta que habrá valido la pena esperar.

Encontrar el trabajo de sus sueños es algo similar a encontrar a su media naranja. Nadie dijo que sería fácil, pero siempre hay alguien para cada uno y un empleo y empresa para cada trabajador. No desista. Corrija sus errores, disfrute el proceso, tenga seguridad en usted como persona y profesional y en que muy pronto llegará a su vida el mejor empleo para usted.