| Foto: Raul Armando Cardona, profesor de Finanzas Universidad EAFIT

Llego la hora de bajar el endeudamiento

Expertos alertan sobre el peligro que representa caer en la tentación de aumentar los prestamos en estas épocas. Por esto recomiendan no endeudarse más.

Raúl Armando Cardona. Docente Universidad EAFIT
15 de abril de 2008

Para lograr nuestras metas materiales, a veces nos enfrentamos a tomar decisiones de financiación, algo que implica mucho análisis y de trascendencia en el manejo de nuestras finanzas personales, dadas las implicaciones que se tiene al asumir obligaciones financieras por muchos meses, ineludibles. En ocasiones, las personas aceptan tomar dinero prestado, ya sea por falta de recursos para comprar bienes o servicios, o porque se nos ofrecen créditos que nos posibilitan invertir o por normas tributarias que nos ayudan a bajar impuestos cuando se tienen deudas de vivienda.

Cuando las tasas de intereses en la economía están favorables, es propicio endeudarse y crece la demanda del crédito. En Colombia, las tasas descendieron desde el año 1999 hasta abril del 2006 y el crédito creció a tasas de más del 40% en ese período. Pero las tasas cambian por múltiples razones, por lo que debemos estar informados sobre o que ocurre en la economía, tanto nacional, como internacional y tener claros conocimientos de cómo las variables macroeconómicas afectan los resultados de las personas o instituciones que se financian.

En el entorno económico colombiano, se ha presentado un acelerado crecimiento del Producto Interno Bruto, 4.72% para el año 2005, del 6.9% en el 2006 y 7.52% en el 2007, lo que ha causado alzas en el índice de inflación, ya rallando el 6% anual a principios del año 2008, versus una meta del Banco de la República del 4.5%, fenómeno en el que intervienen además del acelerado crecimiento de la economía, otros factores, como las alzas en los precios de los alimentos, por el precio del petróleo y también de todos los precios de los productos que lo usan como materia prima.

Como los objetivos más importantes para el Banco de la República son el de controlar la inflación y el lograr estabilidad en el crecimiento de la economía, esta institución ha aumentado en varias ocasiones las tasas de intervención, como una medida de la política monetaria, para revertir la tendencia alcista de los precios y suavizar el crecimiento acelerado. Las tasas de intervención pasaron del 6% anual en abril del 2006 al 9.75% anual en marzo del 2008, lo que ha generado un aumento en las tasas de interés de colocación del sistema financiero y con ello, el encarecimiento del crédito y el aumento de las cuotas que se pagan por éste; se genera una desaceleración en el aumento del monto de los préstamos recibidos por los agentes económicos, ubicándose en marzo del 2008 en una variación del 22%.

Con este ajuste en el dinamismo de los créditos, se espera también crecimientos no tan altos en la demanda de consumo y de inversión; ambas variables impactan en el crecimiento del PIB, junto con el gasto público y la balanza comercial (exportaciones menos importaciones).

Un ejemplo ilustra esta relación de mayores tasas y más gasto financiero; para un préstamo por tarjeta de crédito a pagar en 12 cuotas mensuales iguales,:

 

 

 

Préstamos en tarjeta de crédito 2.000.000,00
Interés mes 1.53% 2.40%
Períodos 12 Variación de cuota
Cuota 183.713.575,00 193.763.171,00 5.47%
Total pagado en un año 2.204.563,00 2.325.158,00 5.47%
Total veces pagado sobre el prestamo 1.102 1.163
 

Otro ejemplo para un préstamo para compra de vehículo a pagar en 36 cuotas mes, donde se observa el impacto señalado en el aumento de los compromisos financieros:

 

 

Préstamos en tarjeta de crédito 30.000.000,00
Interés mes 1.30% 1.90%
Períodos 36 Variación de cuota
Cuota 1.048.796.146,00 1.158.166.747,00 10.43%
Total pagado en un año 37.756.661,00 41.694.003,00 10.43%
Total veces pagado sobre el prestamo 1.26 1.39

 
 

Por otro lado, también el aumento de la inflación incrementa las cuotas y los saldos en pesos de préstamos recibidos para compra de vivienda bajo el sistema UVR- al ser pasadas de esta unidad a pesos, lo que está generando incrementos mayores a lo esperado de las cuotas a pagar en pesos de las obligaciones hipotecarias y por consiguiente, deterioro permanente del presupuesto familiar, cuando éste tiene su base de ingresos provenientes del salario, el cual se ajusta sólo a principios del año.

Recordemos que el problema del deterioro de la cartera hipotecaria en los Estados Unidos que se agudizó desde junio del año 2007, se generó en parte porque las bajas tasas de interés y el dinamismo de la economía y en especial de los precios del sector inmobiliario, motivaban a las personas a endeudarse. Sin embargo, cuando las tasas subieron y los precios de las viviendas bajaron por reducción de la demanda y como proceso normal de los ciclos económicos, muchas personas deben declararse incapaces de pagar las cuotas y por ello el sistema financiero entra a deteriorar la calidad de la cartera, aumentando la proporción que de ella es incobrable.

Hoy ya se empieza a dar información de un leve deterioro de la cartera morosa en Colombia, y esto es explicable fácilmente, dado que tanto crédito hace que las personas empiecen a atrasarse en sus pagos, sobre todo cuando éstos suben por efecto de mayores tasas; el ciclo que puede ocurrir es el deterioro de la demanda del crédito, del crecimiento de la economía y de una crisis financiera, como las ocurridas en el país en los años 1982 y 1998, aunque no de impactos tan nefastos, dado el buen desempeño por el que atraviesa la economía y los mecanismos de política económica disponibles en la actualidad de mejor desempeño, los cuales favorecen la estabilidad.

Por ello vemos como estos elementos del entorno económico, nacional e internacional, inciden en los resultados de las decisiones de financiación, afectando los pagos que hacemos, los ahorros que podríamos hacer y las inversiones, acordes a un plan financiero.


 

 

Raul Armando Cardona

Docente adscrito al departamento de Finanzas Unervisdad EAFIT