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La Selección Colombia y el secreto de Pekerman

El secreto de Pekerman radica aquí: tiene criterio y habitualmente no cae en errores de pensamiento.

Pablo Álamo
4 de septiembre de 2013

A mí Pekerman me cae muy bien, debo decirlo de ante mano. Defiendo su gestión más allá del resultado de este viernes.

No quiero esconder que me gusta mucho el estilo de liderazgo de este argentino de 64 años recién cumplidos, nacido en la localidad de Entre Ríos.
Juega limpio y predica con el ejemplo, como los grandes líderes.

No predica sobre el trabajo: trabaja el día de su cumpleaños sin concesiones a la comodidad y sin rebajar las exigencias propias de un esfuerzo propio de profesionales.

Además, sabe mejor que nadie que eso de “hacer” antes que hablar, esforzarse antes que divertirse, correr y presionar como gladiadores antes que pasearse como reinas de belleza, es lo que corresponde a un trabajo de alta competición.

Pero si tuviera que destacar una cualidad de Pekerman sería la de su fortaleza mental. Hay que ser muy fuerte para actuar en contra de lo que pide la mayoría, como es el hecho, por ejemplo, de no hablar cuando los periodistas –y la gente en general- quieren.

Admirable es luchar contra corriente y contra la cultura, cuando es fruto de una convicción interior, cuando es para ser honesto consigo mismo: standing ovation, Mr. Pekerman! Dentro de este liderazgo, destaca la fortaleza mental que demuestra Pekerman, caracterizada por una racionalidad fuera de lo ordinario. Su manera de pensar, y muy concretamente las creencias racionales que aplica a su profesión, son sanas.

El secreto de Pekerman radica aquí: tiene criterio y habitualmente no cae en errores de pensamiento.

El comportamiento de Pekerman nos recuerda que las creencias racionales son la raíz de los comportamientos funcionales; y las irracionales, el fundamento de las conductas disfuncionales, aquellas que nos apartan de nuestros objetivos. Caemos en este tipo de conductas cuando no tenemos criterio, cuando pensamos de manera irracional, y esto sucede sobre todo en tres casos: cuando ignoramos lo positivo, exageramos lo negativo y también cuando generalizamos cayendo en enunciados rígidos y absolutistas.

No veo que Pekerman caiga en estos errores sino más bien lo contrario: prioriza la humildad, el esfuerzo y el trabajo en equipo, a través de un estilo honesto, ecuánime, sereno y equilibrado, lo cual es un mérito inmenso en un mundo, el del fútbol, que es pura pasión, esencialmente un mundo de emociones, no pocas veces fanáticas.

Hay un cuento que arroja luz sobre una parte de la historia reciente de la selección Colombia y sobre la filosofía de Pekerman.

Cuenta la leyenda que una vez un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino; luego se escondió y se pudo a observar si algún arriero quitaba al pasar la pesada piedra.

El rey se fijó que la mayoría rodeaban la piedra y seguía su camino culpando a las autoridades por no mantener los caminos bien cuidados y despejados. Ninguno de ellos hizo nada por quitar la piedra del camino. Así transcurrió un tiempo hasta que un extranjero pasó por el camino. Estaba exhausto del largo viaje pero, al ver la imponente piedra, se detuvo. Se aproximó a ella, descargó su mochila en el piso, y trató de mover la roca a un lado del camino. Empujó y empujó con gran esfuerzo hasta que logró desplazar la roca a un lado del camino, del tal modo que ya no estorbara.

Cuando volvió a recoger su mochila, vio una pequeña bolsita en el suelo, precisamente donde antes había estado la inmensa piedra. La bolsita contenía muchas monedas de oro y una nota del rey que decía: “El premio es para las personas que despejan los obstáculos del camino y hacen más llevadero el viaje”.

Quien pueda entender, que entienda. Estoy convencido que muy pronto –posiblemente este viernes- Pekerman y toda la selección Colombia recogerán las primeras monedas de oro. ¿Será verdad que si ganas te van a apretar tan fuerte que vas a querer llorar? ¡Hagamos fuerza!

Pablo Álamo

PH. D. c. Economía y Empresa Universidad de Comillas
Empresa y humanismo
Universidad Sergio Arboleda
Twitter: @pabloalamo