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Mercados

¿En qué lo afecta que Colombia pueda tener una posible ‘enfermedad holandesa’?

Este fenómeno está asociado a la dependencia de una economía a la misma industria, como ocurre con el país y el petróleo.

Felipe Jánica
13 de octubre de 2016

De acuerdo con el Banco de la República, la Tasa de cambio Representativa del Mercado (TRM) es la cantidad de pesos colombianos (COP) por un dólar de los Estados Unidos de Norteamérica (USD). Durante los últimos cinco años, la TRM ha presentado variaciones significativas. Al respecto, son muchas las inferencias que se realizan en torno a dichas fluctuaciones, incluyendo paradojas que indican que la devaluación o revaluación del COP frente al USD son, en parte, el resultado de uno de los efectos de la “enfermedad holandesa”. Dada esta paradoja, surge la siguiente pregunta: ¿Es la enfermedad holandesa un fenómeno universal y de qué se trata?

Entendiendo la ‘enfermedad holandesa’

La denominada enfermedad holandesa, sugiere que en la medida en que haya dependencia de un sector de la economía, en especial el de los recursos naturales, se tendrán efectos negativos en la industria y consecuentemente un aumento del desempleo y en las variaciones de los tipos de cambio reales, como consecuencia de la variación de los precios internacionales de los bienes transables (“commodities”). El fenómeno de la enfermedad holandesa también es conocido como “resource curse”.

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La denominada enfermedad holandesa (Dutch disease) tuvo su origen en el descubrimiento de gas natural en el Mar del Norte en los años sesenta. Durante la década siguiente, el auge del sector gasífero en ese país generó dependencia en ese sector y con ello se afectó negativamente al sector manufacturero, pues la moneda local se apreció significativamente.

Algunos ejemplos de enfermedad holandesa

Existe evidencia de casos como los de Australia (minerales) y Noruega (gas y petróleo) donde los términos de intercambio se duplicaron al inicio del segundo milenio. Así las cosas, los ingresos recibidos producto de las exportaciones de los mencionados “commodities” de esos países, generaron incrementos del ingreso real y de la demanda agregada.

Ambas economías experimentaron apreciaciones en el tipo de cambio real y pérdidas de competitividad, como consecuencia del auge operado en la producción de recursos naturales. En su defecto, el caso de Argentina, se puede concluir que no existe evidencia sustancial sobre la existencia de enfermedad holandesa para esa economía.

Desmintiendo los mitos de la “enfermedad holandesa”

A pesar de la existencia de evidencia empírica relacionada con los efectos —aumento de los precios internacionales del petróleo y la apreciación de la tasa de cambio local—  causados por el fenómeno de la enfermedad holandesa o de “resource curse”, no existe consenso acerca de la existencia o no de dicho fenómeno y su aplicación universal.

En tal sentido, la evidencia empírica sugiere que las variaciones de los precios internacionales de un “commodity”, el petróleo en este caso, no necesariamente conlleva a una enfermedad holandesa y, consecuentemente, a las revaluaciones o devaluaciones de la moneda local con referencia a una moneda “fuerte” con la que se transan los “commodities” en el mercado internacional (USD o Euro).

¿Qué Países son propensos a esta enfermedad? Adelanto: Colombia es uno de ellos. Existe evidencia de países propensos al fenómeno aludido, entre ellos los principales productores de hidrocarburos, especialmente el petróleo. Las evidencias del caso colombiano, indican que el país presenta una marcada dependencia de los recursos naturales en especial el petróleo. Según el Departamento Nacional de Estadísticas (DANE), las exportaciones de Colombia de los últimos cinco años, corresponden en su orden: (1) petróleo y sus derivados, (2) carbón y (3) café.

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Los datos históricos provistos por el DANE, indican que durante los últimos cinco años el petróleo y sus derivados representaron un promedio mayor al 50% del total de las exportaciones de Colombia, en donde se destacan los años 2012 y 2013 donde las exportaciones por este tipo de producto representaron 52% y 55%, respectivamente.

Por su parte, el carbón, durante los mismos años, representó un promedio del 13% del total de las exportaciones. A su vez, el café representó sólo un 5% del total de las exportaciones. En conclusión, se puede inferir que el principal producto exportable de Colombia es el petróleo.

Según el Banco de la República, la TRM se calcula con base en las operaciones de compra y venta de divisas entre intermediarios financieros que transan en el mercado cambiario colombiano, con observancia al mismo día cuando se realiza la negociación de las divisas. En la actualidad, la Superintendencia Financiera de Colombia es la entidad que calcula y certifica diariamente la TRM con base en las operaciones registradas el día hábil inmediatamente anterior.

La pregunta es entonces recae en el porqué de la volatilidad de la TRM. Lo primero que hay que decir es que si bien en Colombia existe una dependencia de los “commodities” en particular del precio internacional del petróleo, éste no es el único factor que influye en las variaciones de tipo de cambio. No obstante, dichos cambios son en gran parte las causas de los cambios de la TRM.

En la siguiente gráfica se puede describir la relación inversa que existe entre el precio del petróleo y la TRM. Con esto se explica que, en el caso colombiano, uno de los principales motivadores de las variaciones de las TRM, es en efecto, las variaciones de los precios internacionales del petróleo.

Por todo lo anterior, cualquier persona podría quedar afectada por el dólar. Los perjudicados, son aquellos que lo pensarán mejor para tomar unas vacaciones en el exterior, adquirir artículos importados, como equipos electrónicos y tecnología, o que tenga una empresa de importaciones de maquinaria o insumos para el agro. Pero los exportadores ahora disfrutan porque la dichosa ‘enfermedad holandesa’ los está favoreciendo con una de las tasas de cambio más favorables que se hayan conocido en las últimas décadas.

Una exportadora que recibe sus pagos en dólares, se ve afectada por las consecuencias de la dichosa ‘enfermedad holandesa’. Si el dólar sube, beneficia a algunos empresarios que exportan sus productos, como el café, las flores y algunos fabricantes de textiles. Para los demás, se lo pensarán dos veces antes de planear un viaje, o pospondrán una decisión de inversión, en especial con acciones relacionadas al sector petrolero, las cuales se ven ‘castigadas’ por la coyuntura actual del petróleo.

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*Socio de EY