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Emprendimiento

Así debe preparar sus finanzas para emprender

Para hacer realidad su sueño de tener su propia empresa y lograr que inicie con el pie derecho, sólo se dará siempre y cuando usted tenga sus finanzas organizadas.

Patricia Fuel
14 de octubre de 2015

Existen emprendimientos basados en la oportunidad los cuales tienen un alto potencial de crecimiento y diferenciación. Se caracterizan por contar con equipos de personas capaces, quienes son lideradas y se ponen en marcha, con gran motivación y con las competencias necesarias para que su empresa tenga una alta probabilidad de éxito.

Sin embargo, entre más complejo sea y más conocimiento incorporado tenga el emprendimiento que se quiere poner en marcha, la generación del flujo de caja (o recursos económicos) de esa nueva empresa puede requerir un tiempo considerable.

Especialmente porque las empresas con alto potencial de crecimiento y diferenciación pueden necesitar mayor tiempo para acceder al mercado o para conseguir el primer cliente, a diferencia de lo que ocurre con otros emprendimientos en los cuales, posiblemente el flujo de caja se vea al día siguiente. Por ello, es muy importante tener una adecuada preparación financiera antes de emprender.

Una vez usted toma la decisión de la independencia financiera requiere de un tiempo para hacer exploración de esa oportunidad, investigar, consultar fuentes secundarias, validar con fuentes primarias y, lo ideal es que antes de invertir una mayor cantidad de dinero, ese análisis debe estar bien hecho. En cuanto a tiempos, puede tratarse de semanas o meses dependiendo qué tanto conocimiento se tenga sobre el área a trabajar.

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¿Cómo organizarse?

Ese momento de exploración implica que si la persona no le va a dedicar la misma energía, no va a conseguir los mismos resultados: si se dedica tiempo completo o si lo hace a la vez que está pensando en cómo pagar sus gastos de subsistencia. Por lo tanto, la recomendación es no emprender con la plata del mercado.

Es posible que una empresa muera antes de nacer o muera recién nacida, teniendo todo el potencial de éxito, porque el oxígeno que tiene para iniciar su primera etapa es insuficiente (oxígeno financiero).

Por esto se requiere hacer un pequeño fondo o un plan para recoger el dinero que necesita, porque por más talento y conocimiento que haya, siempre se va a necesitar de un capital, por lo menos para los gastos personales. (Algunos emprendedores pueden hacer uso de las cesantías para iniciar su proyecto empresarial, pero en caso de que estas tengan otro destino, es importante hacer un fondo de ahorros que sea exclusivo para emprender).

La mayoría de las convocatorias actuales y los recursos públicos para el fomento del emprendimiento cubren gastos como desarrollo tecnológico, propiedad intelectual, prototipado, algunos activos, estrategias comerciales, pero no existen convocatorias que den recursos para pagar el mercado y los servicios públicos a las personas que conforman el equipo emprendedor.

En la medida en que ese tema no esté resuelto, la energía y la concentración no van a ser la misma en términos de resultados de la nueva empresa.

Es muy importante tener claro el norte de lo que se quiere alcanzar para saber cuánto tiene que invertir. Inversiones grandes, por lo general traen retornos mayores, entonces muchas veces nos ilusionamos porque queremos una empresa que nos genere mucho dinero pero, en proporción, habrá que invertir mucho dinero también.

Esos sueños hay que pasarlos a la realidad y ver que quizás en lugar de tener cierta empresa, es mejor empezar por una que implique menores recursos si es que se tiene limitaciones de dinero.

• Hacer una generación de ingresos extra con una destinación específica: el emprendimiento.

Evaluar qué ingresos pasivos se pueden generar: Ingresos que se generan sin que yo trabaje, como por ejemplo, una casa en alquiler, un taxi que adquiero para que otra persona lo trabaje, etc.

• Tener un monto máximo límite: A veces el emprendedor se obsesiona al punto que, al gastar el dinero que tenía destinado para emprender, quiere invertir un poco más porque está convencido de que sí va a funcionar y solo falta un poco más, entonces busca por otro lado ese dinero y lo invierte y cuando menos se lo espera la suma inicial se le ha multiplicado.

En una de las visitas a incubadoras en Israel nos mostraron que se define un monto máximo para los proyectos y al llegar a ese límite de inversión ya no se le arriesga más. Conocimos muchos proyectos de productos y servicios novedosos que nunca salieron al mercado porque les llegó ese límite, pero la decisión de no trabajarle más se da porque implica riesgo y prefieren no perder más.

A veces los emprendedores persisten años en su proyecto porque les falta un poco y, en eso se quedan invirtiendo dinero, pero no sale el producto. Entonces lo ideal es ponerse ciertos controles, pues la idea del emprendimiento, en caso de que no llegue a ser exitoso, es obtener experiencias y lecciones aprendidas para volver a emprender, no quedar con un resultado tan traumático que no se quiera saber más de emprendimiento porque su vida quede marcada a partir de algo que desde el principio se sabe que es riesgoso.

Hacer un plan financiero se trata de calcular bien la gasolina que necesito para llegar a la meta y poner planes de contingencia, en caso de que me tenga que desviar saber de dónde voy a sacar la gasolina extra.

A la hora de hacer el plan financiero para emprender tenga en cuenta, además de las necesidades de la empresa, las necesidades personales y así poderse concentrar en la ejecución del plan empresarial, eso variará dependiendo de las condiciones de cada persona y su estilo de vida.

Patricia Fuel
Directora del Parque de Emprendimiento de Medellín