John Ferreira, gerente general Synapsis

Columnista

¿Cómo convertir un sueño en un proyecto productivo?

Emprender implica arriesgar. Ese paso que separa una idea de un proyecto exitoso, pequeño o grande, implica calcular, medir y comprender hasta dónde puede llegar.

John Ferreira, gerente general Synapsis
2 de diciembre de 2013

Por eso, todo emprendimiento siempre se debe contextualizar, y para lograrlo se debe recopilar la mayor cantidad de información de todo tipo, tanto del negocio como de los procesos que se puedan afectar. Es en este momento cuando la tecnología comienza a cobrar valor para el emprendedor, pues a través de ella se lograrán los primeros acercamientos con la información que puede ser relevante para superar los obstáculos.

Es evidente que la información debe buscarse en todas las fuentes posibles, tanto en el contexto más cercano como en el resto del país e incluso en el mundo entero, con el fin de mejorar las posibilidades de éxito.

Por otro lado, normalmente los emprendimientos requieren unas inversiones importantes para arrancar y esa es la segunda aproximación que tiene el emprendedor con la tecnología informática, pues los procesos que mantendrán el desempeño y la capacidad de respuesta del negocio se sustentarán principalmente en las TIC para funcionar.

Al ser los primeros pasos del negocio, lo último que el emprendedor desea es invertir en soluciones voluminosas en presupuesto. Así, lo ideal es que las inversiones en TIC se “operativicen” (o se reporten como Opex) y no se “capitalicen” (o se conviertan en capital).

Al aplicar desde un principio los recursos tecnológicos a soluciones de punta, como por ejemplo a soluciones basadas en la nube, los recursos de tecnología se hacen más flexibles tanto en costos como en capacidad de respuesta ante las necesidades del negocio y esto le da a la empresa el poder de adaptarse, de hacer más competitivo su modelo de productividad.

En síntesis, un movimiento de este tipo, desde el inicio de las operaciones, optimiza el flujo de caja, el nivel de inversión inicial y el capital se puede enfocar completamente al objetivo real del negocio y no a temas que son de soporte como el área de tecnología la cual a través de pagos mensuales que no implican una alta inversión, le responden a las necesidades de la empresa, sin convertirse en lastres que perjudiquen la operación al largo plazo.

Al final, la tecnología es un vehículo fundamental para el emprendimiento ya sea que el core de negocio sea tecnología o que ella apoye el desempeño del negocio. Es un medio para facilitar los emprendimientos.

Es más la tecnología puede ser un diferencial en la oferta de un producto o servicio. Hoy en día las apps permiten emprendimientos en diferentes sectores apoyados en tecnología. Un ejemplo del que todo el mundo habla, la aplicación Tappsi, es un servicio que se pone a la disposición de la gente, al alcance de la mano de la gente, que está basado en tecnología, pero que no es para empresas de tecnología, es para la gente del común en términos generales. Es para pedir un taxi estando en la calle, donde ya no necesita llamar, sino a través de la tecnología de georeferenciación, utilización de bases de datos y otros modelos tecnológicos, ofrecer un buen servicio.

Así, la tecnología puede ayudar aterrizar las ideas, el conocimiento, pero también, convertirse en el combustible que impulse el negocio por encima de las expectativas de los usuarios y lo haga inalcanzable para la competencia.