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Hogar

Consejos para que el matrimonio sea la mejor empresa de todas

Elegir la persona correcta para formar una familia no es una tarea fácil ni una decisión que se toma de la noche a la mañana, algo muy parecido al momento en que usted quiere montar una empresa, mire los pasos en común para lograr el éxito en ambas cosas.

Sandra Miranda
28 de julio de 2016

Desde la teoría económica, una empresa se define como una entidad en que se ven involucrados el factor capital y mano de obra, con el fin de realizar un proceso de producción que genere bienes y/o servicios que se pondrán a disposición de los consumidores en el mercado. Una empresa debe estar enfocada, además de lograr satisfacer las necesidades de los consumidores, en generar beneficios económicos. En otras palabras, que los ingresos superen a los costos, o en el peor de los casos, que sean iguales. Cuando los costos superan los ingresos, la empresa por lo general debe cerrar. 

El matrimonio, no solo en su desarrollo, sino también en su planeación previa, también viene siendo una empresa de acuerdo a lo explicado anteriormente, así que siga algunas recomendaciones básicas para que su relación no fracase y entre en banca rota; al fin y al cabo, la mayoría de parejas cuando deciden casarse esperan los mejores resultados y no al contrario. 

Para entender con mayor claridad el tema, empezaremos por mencionar los principales errores que cometen las parejas antes y durante el matrimonio y que suelen ser bastante similares a los que cometen las empresas que son “nuevas en el mercado”. 

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El antes del matrimonio: decidimos casarnos y ahora a planear la boda

Después de la felicidad de estar comprometidos, muchos novios aún no vislumbran que aunque quieran realizar una ceremonia sencilla, hay muchas tareas por hacer y por lo tanto, suelen dejar para el final la mayoría de trámites que toman tiempo y que pueden afectar las fechas y planes iniciales. 

Lo primero es sentarse a decidir juntos que tipo de boda quieren (católica, civil, lujosa, sencilla, en la ciudad, en la playa, con muchos o pocos invitados, etc.) y hacer una planeación detallada mes a mes para no dejar para el final, tareas que se pueden ir adelantando desde el inicio y que no tienen un costo muy alto, como por ejemplo el tener toda la documentación al día, hacer una lista preliminar de invitados, el hacer el diseño de las invitaciones, visitar diferentes lugares opcionales para realizar el evento, mirar destinos para la luna de miel, etc. Todo con tiempo es mejor. 

El día de la boda: si usted es organizado, los “costos” son menores

Además de los nervios normales que se sienten el día de la boda, si usted es organizado en la planeación previa y durante el día de la boda, podrá disfrutar en vez de sufrir sin necesidad. Algunas recomendaciones son: 

  • Haga listas para saber lo que debe llevar el día de la boda (en especial para las novias). Así no dejará nada ese día, como por ejemplo las argollas.
  • No se estrese con la confirmación de los asistentes. Siempre habrá personas que confirmen y no lleguen por algún imprevisto, otras que no confirman y llegan finalmente y peor aún, quienes llegan sin haber sido invitados. La regla de los eventos es que si invito a 100 personas irán entre 80 y 90. Es muy raro que el 100% asista. Tenga en cuenta este parámetro para calcular los platos de comida, el ponqué y sobretodo, las bebidas. La mayoría de novios calcula en exceso y esto genera un costo innecesario.
  • Si tiene el tiempo y la destreza, usted mismo puede hacer el material de la boda, como por ejemplo las invitaciones, los recordatorios, los marcadores de mesa, la impresión del menú y los nombres de cada invitado para señalar la silla que deberán ocupar (recuerde esto último para que no haya desorden al momento de ubicar a sus invitados).

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La empresa más importante: el nuevo hogar que inicia

Quienes aún se casan únicamente por la emoción de la fiesta y la luna de miel, el vestido, las argollas, el viaje, están tal vez lejos de saber que la empresa que ahora emprenden será el verdadero reto, en donde los factores de producción conjuntos e incluso el aporte financiero de cada uno, será lo que genere un beneficio conjunto y la maximización de la felicidad. 

Como en toda empresa, las decisiones que se tomen deben ser en consenso con los socios y hay que aceptar que el matrimonio tiene un costo de oportunidad, es decir, que se renuncia inevitablemente a otras cosas que tal vez se tenían en la vida de solteros, pero a su vez, habrá nuevas ganancias y se genera una nueva estructura de mercado, en donde no necesariamente habrá que aportar en las mismas cantidades, pero si en las mismas proporciones. Aunque esta etapa inicial es una de las más emocionantes y felices (si no lo es preocúpese), queremos compartirle algunos consejos dados por quienes llevan mucho tiempo juntos y siguen siendo “rentables” como empresas: 

  • Decidan la mayor cantidad cosas que puedan juntos. No asuman que al otro va a gustarle todo lo que le gusta a usted.
  • Trate de no hacer cosas molestas para el otro, como ser excesivamente desordenado o escuchar música o ver televisión a un volumen alto o llevar a todo su grupo de amigos sin antes comentarle a su pareja. Piense que ahora comparten un mismo espacio.
  • Sean organizados con el presupuesto. Lleven un cuadro en donde consignen sus ingresos y todos los gastos que tendrán al mes y en lo posible destinen una proporción al ahorro, bien sea en una cuenta bancaria, en alguna inversión de bajo riesgo o en un fondo programado (por ejemplo para compra de vivienda).
  • Si dentro de sus planes está el tener hijos (es clave hablar del tema antes de casarse), discutan cuando sería el mejor momento, para no truncar otras oportunidades laborales mutuas y para tener antes, una curva de aprendizaje como pareja. Sepan además, que esto cambiará no solo su rutina, sino que incrementará de manera significativa los costos del hogar.
  • En lo posible, no permita que terceros intervengan en las decisiones de pareja. Por lo general, cuando los demás hacen parte de las decisiones, los problemas se agrandan. Recuerden que la empresa es solo de los dos.
  • Si para el matrimonio contaron con lluvia de sobres y no con regalos, haga buen uso del dinero. Compren lo que en verdad requieren y distingan un gusto de una necesidad. Si es posible que guarden algo para ahorrar mucho mejor, de lo contrario es preferible gastar todo en artículos que sean indispensables y duraderos, para que el dinero que recibieron no se convierta en dinero de bolsillo. 

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La clave del éxito de esta nueva empresa, será por tanto la comunicación, las decisiones en pareja, el respeto, la honestidad y por supuesto el factor de producción que es necesario (más no suficiente): el amor.

 Que su empresa dure para siempre.

 

Sandra Liliana Miranda Forero

Magister en Economía y Economista, Universidad Javeriana

Profesora Departamento de Economía, Universidad Javeriana

En Twitter: @salimifo