El restaurante Comal cuenta con un sistema de última generación que permite regular el ruido en su interior. | Foto: BBC

Emprendedores

Un restaurante con silencios a la carta

Uno de los comentarios más comunes en un restaurante es "hace tanto ruido que no se puede ni hablar" o, al contrario, "en este lugar no hay nada de ambiente", cuando entras y el silencio es tal que puede escucharse hasta el vuelo de una mosca.

Alianza BBC
29 de mayo de 2012

Es por ello que, preocupados en extremo por la calidad acústica de su local de comida mexicana, los dueños de un restaurante inaugurado este mes en Berkeley, Estados Unidos, decidieron instalar un sistema de alta tecnología que permite a su personal bajar o subir la intensidad del ruido en el ambiente a voluntad.

Hace ya un tiempo que este tipo de sistemas se viene instalando en auditorios y salas de concierto, pero según informó la compañía, esta es la primera vez que se incorpora al mundo de la restauración.

Sonido a medida

La acústica de un restaurante es algo que se tiene muy en cuenta a la hora de diseñar este tipo de locales, ya sea mediante la elección de materiales aislantes del ruido o manipulando la forma de una sala usando paneles.

Pero algo muy distinto es instalar un sistema que dé al usuario la sensación de estar en una especie de cápsula que facilite la conversación sin renunciar a un ambiente distendido a su alrededor.

Para ello, en el restaurante Comal se instalaron 123 altavoces, bafles y micrófonos, que actúan como una auténtica máquina de regurgitar sonido, controlados de forma centralizada con un iPad.

El sistema, conocido como Constellation, fue desarrollado por la empresa Meyer Sound y lo que hace es crear un entorno donde se pueda controlar la reverberación del sonido.

Según la compañía, esto es posible gracias a la combinación de una serie de algoritmos informáticos con procesadores digitales avanzados y tecnología de transducción que facilitan la creación de un ambiente acústico "flexible".

Ambiente "seco" o "brillante"

En el caso de un restaurante, por ejemplo, permite regular un nivel de reverberación elevado (o brillante, como se dice técnicamente) en la zona del bar, manteniéndolo bajo (seco) en la sala de comidas.

En Europa, uno de los primeros predios en utilizar este tipo de tecnología fue el Teatro de la Universidad Laboral de Gijón, en España.

Este teatro, construido en los años 40, presentaba las condiciones idóneas para actuaciones con voz, pero para interpretar música clásica, resultaba ser demasiado "seco", es decir, que la reverberación era demasiado reducida.

Sin embargo, tal y como explicó a BBC Mundo Rafael Mojas, director técnico del Teatro Laboral, al instalar en el teatro un sistema compuesto por 146 altavoces y 46 micrófonos, se logró regular la reverberación.

"No es que amplifique el sonido, sino que amplifica las reverberaciones", aclaró Mojas.

"Cada altavoz, en función de dónde esté situado en la sala, cuenta con un estudio complejo de procesadores y algoritmos con determinadas frecuencias en sala que no son audibles, pero te da la sensación de estar en una sala más brillante".

El mismo sistema ha sido incorporado en producciones del Cirque du Soleil, así como en iglesias y estudios de grabaciones en distintos países.

Pero en el caso del restaurante, informó la compañía Meyer Sounds, uno de los principales retos fue instalar un sistema semejante sin sacrificar la estética del lugar.

Con ese fin hicieron uso de todo tipo de materiales, desde fibra de vidrio madera, tela de jeans incluso pinturas con una doble funcionalidad: estética y acústica.