Emprendimiento

El Facebook de los ‘cacaos’

La mezcla entre organización de eventos corporativos y una red social exclusiva para empresarios puede convertir a Marcel Campsteyn en el Zuckerberg criollo. Estas son las claves de su éxito.

17 de octubre de 2013

Marcel Camp-steyn es de esas personas que bien podría dar fe de que ‘no hay mal que por bien no venga’. En 2008, cuando su carrera de consultor in-house de la Bolsa de España atravesaba por su mejor momento, las cosas dieron un viraje intempestivo por cuenta de la crisis financiera que ese mismo año sacudió al planeta. Las difíciles circunstancias lo obligaron a abandonar su empleo y la alternativa, entonces, fue ingresar a una de las empresas de Marcus Evans, un magnate inglés considerado por Forbes como el hombre 128 más rico de su país.

La nueva misión de Campsteyn, ya instalado en las oficinas del acaudalado empresario británico, resultó más que familiar para él: organizar eventos corporativos. Una tarea que, curiosamente, había hecho años atrás en Alemania, España e Inglaterra cuando ocupaba la dirección del negocio VAE (Value Enhancements) de Siemens Mobile para la península ibérica. Fue quizás ese cúmulo de experiencia el que lo motivó, un buen día, a ‘emanciparse’ de Marcus Evans y enfocar su conocimiento hacia un negocio propio.

Así, decidido a no dar marcha atrás, Campsteyn creó The Business Factory. Una firma que, según sus propias palabras, no solo organiza eventos corporativos sino que le dio vida, con ese mismo nombre, a una red social de empresarios del más alto rango. “Es una suerte de Facebook muy selecto en donde sus miembros –todos inmersos en el mundo de los negocios– comparten experiencias de éxito y se retroalimentan constantemente”, explica Campsteyn.

Orgulloso, cuenta que a estas alturas la red tiene más de 400 usuarios entre los que destaca a los directivos de Nestlé, Coca-Cola, Walmart, Gas Natural, Bancolombia, Grupo Éxito, Ecopetrol, Pacific Rubiales y Bavaria. Y con una frase contundente, describe la esencia de su red social: “no busca la masividad sino la selectividad”.

Pero quizás lo que más lo enorgullece, por estos días, es que su empresa será la responsable de traer al país –el próximo 7 de noviembre– a Philip Kotler, reconocido como la mayor autoridad del mundo y padre del marketing moderno.

¿Cómo hace Campsteyn para relacionar sus eventos corporativos con la red social que alimenta entre empresarios? Ahí, precisamente, radica la clave del negocio. Su estrategia consiste primero en venderles a un selecto grupo de ‘cacaos’ los cupos de las conferencias que organiza, cuyos costos bordean los US$3.000. A renglón seguido recoge los datos de los asistentes, los ingresa a la red y, por supuesto, los deja conectados entre sí.

Y son precisamente los dineros que recauda en cada una de sus conferencias los que le permiten a The Business Factory subsistir. Con ese modelo, la empresa tuvo utilidades por US$235.000 en 2012; cifra que para este año, tal y como figura en sus proyecciones contables, podría acercarse a los US$380.000.

Por su parte, un bufete de abogados radicado en Panamá –donde está constituida la firma– se encarga de manejar sus asuntos financieros y fiscales. Y en cuanto a las plataformas operativas de la red social, estas funcionan en Madrid y Ohio.

Si los cálculos de Campsteyn no fallan, cuando termine este año su red social deberá tener 500 empresarios. Además, una vez comience 2014, piensa concretar un paquete de 10 seminarios en los que tendrá conferencistas de la talla de quienes han hecho del Real Madrid una de las marcas más importantes del fútbol mundial.