Finanzas

Siete ocasiones en las que es recomendable contratar un asesor financiero

Destinarle un dinero de su presupuesto a alguien que le diga cómo debe gastarlo no parece una buena idea. Sin embargo surgen inconvenientes e imprevistos y hay ocasiones en donde esta persona quizás sea la mejor salida.

21 de noviembre de 2014

Ya sean cosas buenas o malas, ambas pueden llevarle a problemas o situaciones financieras en las que no está preparado y alguien experto en finanzas puede ayudarlo. Estas son algunas de las situaciones que ameritan un llamado de ayuda.

1. Deuda extrema
No se trata de cuando usted dejó de pagar unos recibos de su tarjeta de crédito. Esto es ya cuando realmente está inmerso en un problema económico y tiene dificultades en elegir que recibos pagar y cuáles no. Por supuesto no le queda plata para estar pagándole a un asesor pero averigüe en entidades como el Fondo Nacional del Ahorro u organizaciones locales que pueden ayudarle, así sea a por lo menos construir un presupuesto.

2. Cambio de carrera
Sea universitaria o profesional, es un momento lleno de dudas e indecisiones y un asesor financiero puede ayudarle a decidir qué es lo mejor para usted en términos económicos. Esta persona conoce el entorno y el mercado y puede asistirlo en averiguar cuál es la mejor oportunidad para ganar más dinero y ahorrarlo de manera adecuada.

3. Enriquecimiento repentino
Ya sea porque heredo un dinero, le pagaron una demanda, se divorció o hasta se ganó la lotería, una atribución repentina de sumas altas de dinero pueden traerle más problemas que beneficios. Usted no sabrá bien cómo distribuir ese dinero y estará inmerso en un mundo de ansiedad y tentación. Lo mejor es buscar alguien que le ayude a manejar esa riqueza para que no se desaparezca.

4. Una muerte familiar
Pese al duelo y el lamento es necesario que usted entienda que hay finanzas que se deben atender. Herencias, impuestos del fallecido y pagos funerarios pueden ser atendidos mejor con la ayuda de un asesor financiero, especialmente en momentos en donde usted quizás está sesgado por el dolor.

5. Adquirir el negocio de la familia
Sus padres y sus abuelos puede que quieran que usted continúe encargándose de la empresa familiar cuando ellos mueran, pero usted quizás no quiera. Esta es una conversación que puede ser asistida por un asesor financiero y llegar a mejores acuerdos y conclusiones que aseguren unas buenas manos para continuar el legado de la familia dentro de la empresa o quizás una venta satisfactoria a otros inversores.

6. Pérdidas en inversiones
Si usted realizó una importante inversión, se arriesgó pero el negocio salió mal y no consultó a un asesor financiero, éste es el momento. Los mercados cambian y usted no es un experto en el tema pero si esa inversión esta generando pérdidas, es clave que consulte con un experto antes de perder más dinero.

7. La familia se creció
Ya sea porque se va a casar o tener hijos, lo mejor es tener un asesor financiero de su lado. Compartir sus finanzas con su nueva pareja o planear los costos que genera un bebe deben tener un plan financiero bien estructurado.

En general, si usted no está alcanzando sus logros o excediendo sus expectativas económicas, una llamada a un asesor financiero no cae mal. Usted podrá darse cuenta de qué errores cometió y en qué debe mejorar. La gran mayoría está demasiada atada a su dinero para poder ser objetivos.