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Inversión

¿Qué cosas debe saber un buen inversionista?

De una o de otra forma, todos somos inversionistas: algunos, aportan a un fondo de pensión obligatoria, para financiar una parte de las necesidades de la vejez; otros, invierten en instrumentos básicos como un CDT; algunos más, compran propiedades para renta; y otros, con un grado de sofisticación mayor, invierten en activos como acciones.

4 de agosto de 2014

Sin embargo, y a pesar de que las inversiones son parte de nuestra vida cotidiana, pocos piensan en cómo lograr ser un buen inversionista. No es necesario ser un experto en todos los temas de inversión ni de portafolios para invertir, pero sí existen conceptos claves que, de tenerse en cuenta y dominarlos, pueden convertir el proceso de inversión en algo muy divertido.

A continuación los principales temas que debe dominar un inversionista según los especialistas de Old Mutual Skandia:

1. ¿Cuáles son los diferentes tipos de activos con los que es posible hacer inversiones?
Como dijimos anteriormente, los activos de inversión pueden ir desde una propiedad hasta acciones. En general, los principales activos que se encuentran en el mercado son: 

• Acciones: generalmente cuando las personas oyen la palabra “invertir” la relacionan con acciones. Una acción representa una participación proporcional sobre la propiedad de una compañía, es decir, el accionista es dueño de un pedazo de la compañía, y como tal, tiene derecho a los beneficios económicos que genere la misma. En compañías maduras, la rentabilidad de las acciones proviene de las utilidades de la compañía que se reparten en forma de dividendos. En compañías que están en crecimiento, los dividendos no son tan comunes, pues la empresa utiliza sus ganancias para reinvertirlas en su operación y expandirse. Este tipo de compañías registran un crecimiento en el precio de su acción, que es de donde provienen als ganancias del inversionista.

• Bonos: Los bonos son certificados emitidos por el gobierno, por entidades financieras o por compañías para financiarse. En su forma más básica, un bono es un préstamo que usted le hace al emisor del título, el cual se compromete a pagarle de vuelta el capital invertido en un cierto tiempo, mientras en el intermedio le va pagando los intereses, que se denominan cupones. Estos últimos pueden ser tasa fija —el interés será una suma estable sobre el capital invertido—, o tasa variable, generalmente atada a indicadores de inflación como el IPC o tasas de interés como la IBR o la DTF.

• Efectivo: Por efectivo y equivalentes de efectivo se consideran las cuentas de ahorro tradicionales, CDT´S e instrumentos líquidos de corto plazo. Estos son muy populares entre muchos inversionistas, pero generan poco retorno, aunque suelen contar con mucha estabilidad en sus retornos.

• Inversiones Alternativas y No Tradicionales: recientemente han ganado una buena participación este tipo de inversiones. Además de las listadas anteriormente, existe una amplia gama de opciones como inmuebles, bienes básicos o fondos de capital privado, entre otras opciones. Por sus características son una opción interesante, pero su gama es tan amplia que lo más recomendable es contar con un administrador especializado en este tipo de activos.

2. ¿Qué riesgos existen en las inversiones?
Como toda actividad en la vida, las inversiones tienen riesgos. Los mismos no son evitables, pero son controlables, y esa, principalmente, es la clave que debe seguir un buen inversionista. Los riesgos de las inversiones se pueden catalogar en: 

• Riesgo de crédito: es la probabilidad de que un emisor no pague sus obligaciones. Por ejemplo en los bonos, aunque el que pidió prestado se compromete a devolverle el dinero después de cierto tiempo, si enfrenta dificultades financieras, puede llegar el caso de que no le pague de vuelta. Para disminuir este riesgo, es aconsejable diversificar entre diferentes emisores y escoger aquellos de una alta calidad crediticia, es decir, los que muestran mejores cifras y generan una mayor tranquilidad. Estos pueden dar cupones menores, pero eso sucede precisamente, porque tienen una probabilidad mayor de que al término de la inversión el dinero sea plenamente recuperado.

• Riesgo de mercado: las inversiones cambian de valor en el tiempo, muchas veces, en momentos de alto nerviosismo por crisis económicas o financieras, pueden ser altamente variables. Esto se refleja en el precio que se puede obtener por un activo en ese momento del tiempo. Al contrario, en momentos de crecimiento económico, el precio puede subir y usted recibe un valor mayor por el activo. Esto se denomina el ciclo del precio de los activos y suele suceder una y otra vez. La clave está en tratar de aprovechar cuando los precios han caído, comprar, y vender una vez se haya generado una buena utilidad.

Erróneamente se piensa que instrumentos como CDT no sufren de la volatilidad de los precios. La respuesta es que sí sufren y en algunas ocasiones en magnitudes similares a los que lo hacen otros activos: tratar de vender un CDT antes de su fecha de vencimiento, en momentos de alto nerviosismo financiero, puede ser casi imposible o debe realizarse con un gran descuento sobre el capital inicialmente invertido.

• Riesgo de liquidez: se refiere, básicamente, a la facilidad de convertir una inversión en efectivo. Aunque un inversionista generalmente equilibra todas las variables, de forma tal que siempre tenga un colchón de liquidez; pueden presentarse momentos en los que se necesita mayor efectivo del disponible. ¿Es su inversión fácilmente convertible en efectivo llegado un momento como ese? Si la respuesta es que no, la misma tiene un riesgo de liquidez mayor que, por ejemplo, una cartera colectiva. Si necesita convertir su inversión ilíquida en efectivo, probablemente tenga que venderla con un gran descuento.

3. ¿Cuánto tiempo es el recomendado para una inversión?
No existe una respuesta única a este interrogante, pues cada inversionista tiene un objetivo diferente con su portafolio. Sin embargo, en términos sencillos, las inversiones se pueden dividir en tres períodos: de corto plazo, de mediano plazo y de largo plazo. Un ejemplo nos ayudará a clarificar el concepto del horizonte óptimo para cada inversión: si se está ahorrando para vacaciones, se debe pensar en corto plazo (alrededor de 1 año), pero si la inversión es para financiar la educación universitaria de un hijo recién nacido, es claro que la inversión es a largo plazo (más de 10 años).

Tener claro el tiempo de la inversión es importante, porque:

• Entre más largo el horizonte de tiempo, más agresiva puede ser la estrategia. Es decir, puede invertir mayoritariamente en activos como acciones, pues cualquier caída en el precio se puede corregir, ya que el tiempo por delante es mucho. Incluso, a pesar de caídas muy fuertes en los mercados accionarios (cerca del 40% en 2008), las acciones suelen recuperar sus niveles más altos anteriores y superarlos. Pero esto, se logra mucho más fácil cuando el tiempo para la recuperación —y para que la inversión logre el objetivo trazado— es más amplio. Recuerde: a mayor plazo, la rentabilidad también suele ser mayor. 

• Cada objetivo tiene su horizonte de tiempo propio. No mezcle los objetivos, pues le harán perder de vista cada uno, y terminará confundiendo la estrategia de inversión para cada uno de ellos.

• No sólo es importante el horizonte de tiempo cuándo se comienza a utilizar sus fondos, sino cuando termine de retirarlos.

4. ¿Qué consejos finales se deben tener en cuenta para invertir?
Existen claves básicas que nos ayudarán a navegar mejor por las aguas de la inversión. Seguirlas nos podría significar un lago calmado, en vez de un mar turbulento. Esas claves son:

• La diversificación efectiva es el mejor camino y el más seguro. Esto lleva a que se cumpla la ley de pesos y contrapesos: si una inversión cae, la otra puede estar subiendo, mitigando la volatilidad de su portafolio. Esta regla es clave. Diversifique entre activos, monedas, países, etc. Salvo momentos de extremo nerviosismo —muy raros en los mercados financieros—, no todo se mueve en la misma frecuencia.

• No es posible apuntarle a los momentos precisos con total efectividad. No se debe cambiar la moneda de referencia o perfil de riesgo en momentos turbulentos, cuando los mercados están muy altos o muy bajos ya que puede afectar el retorno de la inversión.

• Aunque a nadie le gusta ver rendimientos negativos, mantener la calma es necesario en esos momentos, ya que la experiencia ha demostrado que luego de desequilibrios financieros, siempre se pueden ver momentos de recuperación.

• Respetar el perfil de riesgo es importante porque por lo general en épocas de crisis se tiende a cambiar el perfil, lo cual produce un cambio en el tipo de inversiones que en muchas ocasiones, no son acorde a sus necesidades.

• Escoger un administrador de inversiones sólido y con experiencia comprobada que cuentan con experiencia en momentos de crisis y los conocimientos necesarios para poder ayudar en la toma de las mejores decisiones.

• Buscar una plataforma de inversiones amplia y diversificada ayuda a contrarrestar de mejor manera la turbulencia de los mercados.