Un taxi nuevo debe adquirir un cupo que puede encontrar a la venta desde $81 millones hasta casi $95 millones o más.

Inversión

Los nuevos costos de tener un taxi

Si es de los que piensa invertir en el negocio de los taxis, FP detalla los costos que implica ingresar a este medio, más allá de la adquisición del vehículo.

5 de noviembre de 2013

Para muchos una buena alternativa de inversión, es comprar un taxi para obtener las ganancias del producido diario, en un mercado de constante demanda.

Es por esto que especificamos una a una los costos en los que incurren quienes quieren ingresar al negocio:

En principio el automóvil. Las marcas de carro para taxi que se venden más por tradición y marca son Hyundai y Kia, ya que son carros que usted puede encontrar desde $30 millones. “De Hyundai el que más se está vendiendo ahora es el Atos, y Kia sacó el Ion que es como de la misma gama, ambos son carros muy económicos”. Contó a FP, Andrew Aparicio, taxista y CEO de Smart Taxi, una de las aplicaciones móviles para solicitar un servicio.

Sin embargo, si quiere innovar, Jac, una marca china también ofrece vehículos por un precio similar, por lo que se ha ido posicionado en el mercado durante el último año.

Otros costos que se deben asumir al comprar un taxi son: el cupo que equivale al derecho de circulación. Lo anterior fue estipulado por la Secretaría de Movilidad y se realiza con el fin de que la flota de taxis no sobrepase la proporción de vehículos en la ciudad.

De esta manera, un taxi nuevo debe adquirir un cupo que puede encontrar a la venta desde $81 millones hasta casi $95 millones o más, según la necesidad (urgencia) con que la persona necesite el cupo.

Si el dueño de un carro nuevo quiere ponerlo a producir cuanto antes, su potencial vendedor del cupo puede sacar provecho de la situación. La otra opción es chatarrizar un taxi viejo, para que de esta forma el nuevo vehículo ocupe el cupo que tenía su antecesor.

Un aspecto importante es la afiliación a una empresa de taxis. Algunas cobran una mensualidad de administración cercana a los $40.000; sin embargo este valor varía y cada vez se reduce más al punto de que algunas ya no lo cobran, justamente porque el uso de las aplicaciones ha ido desplazando al radio teléfono.

Comprar un aparato de estos cuesta entre $400 y $600 mil y además, a la empresa se le paga por el uso de la frecuencia una mensualidad que va entre $80 y $100 mil.

Nuevas tecnologías: ahorro y ganancia
Acceder a la tecnología móvil hoy en día es una necesidad para el taxista puesto que le permite incrementar sus ingresos a través de las aplicaciones que existen para pedir taxi.

Andrew Aparicio señala que ya no se trata de un lujo sino que son dispositivos de fácil acceso y lo único que hay que hacer para poder trabajar por este medio es pasar los filtros de seguridad necesarios que exige cada aplicación.

“Ya no se necesita un radioteléfono ni pagar una mensualidad elevada a la empresa sino que desde el dispositivo móvil lo haces todo”. En el caso de Aparicio, quien creó su propia aplicación –Smart Taxi-, logró un convenio con Une poder ofrecer en los taxis que trabajen con su app la tecnología 4G. “El modem 4G de Une –por ahora el único operador con esta tecnología- se consigue por un valor aproximado de $410.000 sin embargo, en el convenio que hicimos, los taxistas adquieren el dispositivo pagando solo el valor del IVA que equivale a unos $53.000, y una mensualidad de $39.000 con 2 gigas de descarga y navegación ilimitada. Se trata de un valor agregado que puedes colocar al servicio de los usuarios”. Esto resulta especialmente útil cuando los pasajeros son extranjeros que, al llegar a Colombia, quedan desconectados.

Lo que inicialmente se pensó como una opción complementaria de trabajo, puso en jaque a las compañías tradicionales de taxi por lo que éstas se vieron en la obligación de entrar a la competencia de las aplicaciones. “Taxis Libres fue la primera empresa que dio el paso hacia adelante para equipar los vehículos con dispositivos móviles como una tableta; pero tenías que pagar millón trescientos por una tableta china que en el mercado está en $180.000, además de la mensualidad de $136.000 para trabajar con la aplicación de ellos”, contó a FP Andrew Aparicio.

Sin embargo, debido a que dos de las tres aplicaciones más usadas para pedir taxi no le cobran al taxista por usar su plataforma (Tappsi y Smart Taxi), mientras que la que sí lo hace cobra tan solo un valor no mayor a los 30 mil pesos (Easy Taxi), Taxis Libres se vio obligada a reducir el precio por el uso de su aplicación. “Ahora solo pagas $59.000 para poder usarla, que es algo más cómodo aunque sigue siendo costoso si sumas los gastos de internet móvil -mensualidades desde $25.000 hasta $40.000 según el plan que adquieras-. Estaríamos hablando de $100.000 mensuales”.

Una tableta de marca como Lenovo o Samsung, se consigue en el mercado entre 300 y 400 mil pesos. Le permite al taxista acceder a diferentes aplicaciones para conseguir servicios, ubicar una dirección y realizar otras actividades en los tiempos muertos como estudiar o visitar cualquier portal de internet; además le da la posibilidad de estar siempre conectado y le reduce los gastos para realizar su labor. Por esto, hacer la migración hacia la tecnología móvil resulta necesario.

“Al comienzo se tenía miedo de que los conductores mayores fueran apáticos a esta tecnología pero muchos de ellos se han ido metiendo en el cuento ya sea porque el nieto o el hijo le ha ido enseñando a manejar estos dispositivos. Igual manejar la aplicación es muy sencillo, solo es con un click en la pantalla y ya aceptas un servicio”, destaca Aparicio. “Aunque algunos taxistas todavía tienen el radio teléfono, yo creo que de aquí a dos años ya no lo van a tener, todo se va a manejar a través de los dispositivos móviles”, finaliza.

El cupo en otras ciudades:
La normatividad del cupo es algo que funciona en casi todas las ciudades del país. Sin embargo su costo varía entre una ciudad y otra. Algunos de los valores estimados son:

Medellín: $45 millones
Santa Marta: $22 millones
Cali: $54 millones
Neiva: $35 millones
Bogotá: $81 millones