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Hábitos financieros

Estos son los hábitos que diferencian a las personas ricas de las que serán pobres

¿Quiere sobresalir o hacer parte de uno más en el montón? La clave está en pensar diferente y practicar estos hábitos con mucha frecuencia.

21 de enero de 2018

Todos los días se pregunta: ¿cómo hacer para volverse millonario? ¿cómo lograr sus sueños? La fórmula del éxito no es tan sencilla, no es fácil entregarle una receta a todo el mundo para que logre lo que espera. Es más, cada quien con las experiencias que le da la vida va forjando su destino, solo que la forma de pensar y de comportarse sirve para darle un mejor impulso al futuro.

Es algo muy similar a lo que muchos llaman Karma, puesto que todo lo que haga en la actualidad, en algún momento de la vida se le va a devolver, así, si usted es una persona amargada, de pensamientos negativos que solo busca problemas en vez de encontrar soluciones, lo más seguro es que nunca vaya a lograr cosas en su vida, porque siempre culpa a los demás de lo que no pudo hacer, no hace o nunca hará.

Para comenzar haga una reflexión sobre su situación personal y profesional, piense qué quiere cambiar de su vida y a dónde quiere llegar con eso, algunas preguntas que puede incluir son: ¿cómo gasta su dinero? ¿cuánto ahorra? ¿está invirtiendo en sí mismo y en su futuro? ¿lo apasiona lo que hace? ¿tiene proyecciones?

Cuando responda con honestidad a estas preguntas podrá hacer un balance de su vida y buscar la forma de reinventarse, pensando siempre en cómo lograr su independencia financiera y aumentar sus ingresos.

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Una manera para determinar si lo que usted está haciendo está bien o no, es revisar si estos hábitos que diferencian a los millonarios de las personas que luchan por su situación financiera en el día a día los está practicando con disciplina o sí por el contrario le hacen falta para impulsar sus objetivos.

1. Haga donaciones: dar y agradecer debería ser un pilar de vida para cualquier persona, no solo porque implica ayudar a los demás sino porque también se reconoce en las otras personas todo lo que alguna vez le aportaron o hicieron por usted.  

Aportar con su dinero o con su tiempo es una muy buena inversión, porque lo convierte en una persona generosa que vale la pena y que ve más allá de lo que implican las cosas materiales. La vida no se trata solo de amasar grandes fortunas, las buenas causas son lecciones que enseñan acerca de otras culturas, otras personas y otras situaciones.

De hecho, cuando usted toma parte de su tiempo e ingresos para darselos a alguien más, sabrá que en el camino encontrará nuevos propósitos que guíen su futuro y además sentirá alegría al mirar atrás y ver todo lo que ha logrado en la vida. Recuerde que las buenas acciones siempre abren puertas.

2. Cree diferentes fuentes de ingresos:  escalar profesionalmente en poco tiempo y ser independiente financieramente es muy difícil. Por eso, si usted quiere crecer debe preocuparse por buscar nuevas formas de ingreso, incluso si en algún momento se queda sin empleo, sería bueno que tuviera unos buenos ahorros o un “plan B” que le permita maniobrar el momento por el que se encuentre.

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Las personas que hacen crecer su dinero como “espuma”  se enfocan en generar múltiples fuentes de ingreso para sobrevivir en épocas de “vacas flacas” y cuando están pasando por   un buen momento financiero lo que hacen es ahorrar con un fondo de empleados, un cdt o en una cuenta de ahorros. En cuanto a los ingresos extra lo que hacen  es sacarle fruto a sus demás conocimientos o hobbies que suelen practicar.

3. Aprenda a vivir con menos de lo que gana: ¡pilas! de las apariencias no se vive. No se endeude por demostrar algo que no tiene ni es. Una forma de saber si se esta quedando pobre con la forma de administrar el dinero, es revisando qué hace con él mes a mes. Si usted después de gastar casi todo el dinero guarda lo poco que le sobre para ahorrar, se está equivocando.

Pero si por el contrario, tiene un monto destinado para el ahorro y el restante lo distribuye para sus obligaciones, está actuando sabiamente. Lo ideal es que maneje una regla del 70/30, 70 para gastos y obligaciones y el 30% para ahorro, inversión y entretenimiento.

4. Ponga el dinero a trabajar: las personas que son ricas saben lo importante que es invertir en sí mismos, entienden que las frutos se dan a largo plazo y por eso en su presente intentan siempre mejorar. Estudian, leen, se relacionan y lo mejor de todo invierten su dinero.

Para ello tienen un plan de inversión que incluye pagos regulares a un fondo de inversión, acciones, finca raíz o hasta su administradora de pensiones. A pesar de que la vejez se vea muy lejana, siempre se debe pensar en ella, pensar en cómo financiarla y sobrevivirla con mucha tranquilidad. Finalmente los 30 años no se tienen toda la vida y con las mismas energías.

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