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Dinero

Lecciones financieras que se aprenden luego de convertirse en independiente

Luego de haber dicho “no doy más” y haber renunciado a una situación de tener un jefe y que le manejen su tiempo y sus condiciones, viene toda una nueva etapa de enseñanza al respecto. ¿Cuál agregaría o con cuál se siente identificado?

19 de abril de 2016

Dar el salto a ser independiente y asumir toda su carga laboral con sus propias reglas y estilos, no es algo que hagan muchas personas. En esto, pueden haber historias tanto exitosas como también de fracaso, pues la vida de independiente no es algo que esté hecho para todo el mundo en tanto que implica tener una mayor consciencia de su realidad laboral y de buscar las mejores opciones en el mercado para que pueda tener una buena remuneración sin perder sus libertades.

Así, la responsabilidad y disciplina son características básicas que debe desarrollar una persona que se anime a este estilo de vida que, bien manejado, puede traerle mucha felicidad, tranquilidad y, por supuesto, también dinero. Pero eso sí, no es un camino fácil ni que suceda de la noche a la mañana.

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Es por eso que aquí le contamos cuáles son esas situaciones a las que podría llegar a enfrentarse en caso de que decida convertirse en independiente y también de las que muchos que ya lo son, pueden sentirse identificados.

Lo básico

Toda la vida supo que, para tener un mayor control de su dinero tenía que hacer un presupuesto. Pues bien, aunque nunca lo logró siendo empleado, la primera lección de su independencia es que si no le hace un seguimiento a sus gastos y a sus ingresos, estará destinado al fracaso.

Quizá al inicio sienta la tranquilidad de esta situación, porque cree que tiene la habilidad de lograrlo, pero cuando se empieza a dar cuenta que no hay un flujo de dinero constante, porque puede que unos meses llegue más trabajo que otros, la cosa se empieza a complicar.

Entonces, la importancia de llevar esas cuentas y dejar ese campito adicional previendo que quizá el próximo mes pueda pasar una crisis, se convierte en un hábito de su vida.

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Primeros ahorros

Dado que ya no gastará tanto dinero en transporte, alimentación y quizá le quede más tiempo para hacer sus propias cosas (como el aseo de su casa); empezará a valorar mucho más el dinero. Esto implica que también considerará dos veces antes de meterse en un nuevo crédito o en una compra suntuosa que puede ser una oportunidad para invertir en otra cosa que haga crecer a su negocio. Entonces, una vez cumpla el paso de arriba, el ahorro ya vendrá por derecha, por el mismo incentivo de empezar a crecer más.

El mayor dolor de cabeza

Cuando antes decía que no quería tener nada que ver con cosas tributarias e impuestos, se da un golpe contra la realidad: ahora le tocará saberlo todo y, especialmente, no dejarse tumbar. Tendrá que empezar a calcular cómo deberá dividir sus ganancias para cubrir el tema de seguridad social y los impuestos, para determinar cuál va a ser su verdadera ganancia.

Se dará cuenta que puede quedarle mucho menos de lo que esperaba, por lo que tendrá que buscar las formas adecuadas para nivelar sus finanzas.

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Sobre la negociación

Negociar implica obtener el mejor acuerdo posible y es una de las habilidades esenciales para la vida profesional, especialmente, siendo independiente.  Esto no es algo que se logre de la noche a la mañana, pues implica empezar a reconocer las estrategias así como también identificar cuándo ceder y cuándo no.

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