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Dinero

Las 6 pautas para que universitarios “estiren” su presupuesto

La época universitaria es una de las primeras formas en las que un joven empieza a comprender el funcionamiento del dinero. Es por eso que a veces puede ser un poco complicado lograr que le dure “lo que debiera”.

25 de septiembre de 2015

La formación profesional requiere del desarrollo de habilidades no sólo para la carrera que usted está estudiando, sino también para la vida en general. Y uno de esos campos particulares es el manejo del dinero y comprender el funcionamiento de un presupuesto, el ahorro, una deuda así como el “apretarse el cinturón” o buscar las formas alternativas para obtener más.

Luego de eso, usted ya obtendrá las bases para poder manejar de forma adecuada su sueldo, cuando inicie su vida profesional. El tema es que no siempre resulta fácil lograr que todos los gastos sean cubiertos por la mesada que le dan sus padres o por el salario que obtiene con su trabajo. Más aún, porque no se tiene una asesoría personalizada para saber en qué gastar y cómo gastar, de forma adecuada.

Así, aquí le ofrecemos algunas claves para que ese presupuesto tan justo que tiene le alcance para todo lo que pueda llegar a necesitar porque ya es suficiente el estrés que se pueda tener para cumplir con los requisitos académicos, como para estar también sufriendo por dinero.

• En qué sí gastar

Uno de los principales errores de estos jóvenes universitarios es considerar que todo deba ser nuevo y todo deban comprarlo. Por ejemplo, los textos escolares es algo que no vale la pena comprar nuevo y que, no necesariamente, se debe tener de forma física. En esta era digital, usted podrá encontrar una gran variedad de textos online que podrá descargar y, con ello, podrá evitar hacer gastos innecesarios.

Sucede lo mismo con algunas profesiones que requieren de objetos particulares. Verifique siempre que no haya compañeros de semestres superiores que ya no los use y que pueda dárselos por un precio mucho más económico. Así mismo hay materiales que puede necesitar para sus prácticas y que pueden ser más baratos si se compran en cantidad, entonces, organícese con sus compañeros para hacer estas compras “al por mayor”.

Invierta solamente en aquello que usted sabe que realmente va a seguir necesitando a futuro, así como en aquellos cursos académicos que complementen sus estudios y le ayude a terminar más rápido su carrera, como los cursos intersemestrales. Entre más rápido salga, menos gastará.

• Obtener dinero

Siendo universitario las fuentes de ingreso pueden ser un poco más limitadas, pero no imposibles. Dentro de la misma universidad, considere las oportunidades para ser monitor o ayudante de investigación, que le representen auxilios económicos mensuales. Incluso, muchas universidades también ofrecen otro tipo de puestos específicos para que sean los estudiantes más necesitados los que los cubran.

Entre las opciones de ser mesero, ayudante o trabajar en un call center, también puede buscar la forma de aprovechar las habilidades que ya tenga en su carrera, busque opciones para irse encaminando en su campo así sea en un cargo pequeño, pero esto le puede ayudar a ir construyendo su hoja de vida. O simplemente aproveche sus habilidades, ofrezca cursos personalizados a sus compañeros sobre ciertas materias o ayúdelos a presentar exámenes como el TOEFL, si su habilidad es el inglés.

Finalmente, también hay opciones para que se convierta en “la tienda” de sus amigos. Una de las alternativas más usadas de estos jóvenes recursivos es ofrecer comida en los intermedios de clase o vender algunos productos necesarios para las clases.

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• Movilidad

La forma más evidente de ahorrar en cuanto a movilidad, es dejando de usar el carro y el transporte público. Incluso, son muchas las universidades que han empezado a implementar nuevos programas para incentivar el uso de la bicicleta. De acuerdo con un estudio de la EAN, que ha puesto en práctica su programa ‘Pedaleando por la U’, “Además de los beneficios para el medio ambiente, este programa también ha sido exitoso para la economía de los estudiantes.

Según una estimación realizada por los coordinadores del programa, el ahorro potencial de los usuarios de las bicicletas ha sido de cerca de $21 millones a la fecha, equivalentes a $7 mil al día por persona”. ¿Usted ya hizo sus cuentas?

• Comida

Este es uno de los campos que puede resultar más complicado de controlar y, a la vez, de satisfacer. Una de las recomendaciones de Business Insider es “cocinar en casa dos grandes comidas a la semana”. La idea es que pueda llevar almuerzo y alimentos preparados desde su hogar, lo que implicaría la reducción de gastos en casi 50%, en comparación de las compras que hace a los restaurantes.

Al respecto, la página Go College también sugiere mantener lejos la afición a bebidas como el café, cerveza o gaseosas deben limitarse al máximo, ya que pueden convertirse en “un hábito regular que tomará rápidamente gran parte de su presupuesto de alimentos”.

También le sugerimos “Malas costumbres de gasto para acabar antes de los 30”.

• Presupuesto

No se asuste al leer esta palabra. Realmente hacer un presupuesto y mantenerse apegado a él no resulta tan complicado como la gente lo quiere hacer parecer. Lo único que tiene que tener claro es cuánto recibe de forma mensual o semanal y saber cuáles son sus hábitos. Incluso, Finanzas Personales le facilita este documento para que no se complique la vida y lleve sus registros.

Ahora, apegarse a él, depende de usted y su voluntad. Una de las estrategias más fáciles es dividir el dinero y ponerlo en diferentes sobres. Con esto, cada lunes deberá sacar el dinero correspondiente a esa semana. No más, no menos. Esto, según Blinq, hará que usted elimine todos los elementos o gastos innecesarios y, a la vez, lo ayudará a entender sus necesidades y prioridades. Esto lo preparará para el mundo real.

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• Deudas

Si es de los afortunados que tienen tarjeta de crédito, recuerde que el mejor consejo que puede recibir al respecto es solo usarla cuando tenga una verdadera emergencia. Este plástico es una de las formas más costosas de tener dinero, porque tiene la tasa de interés más alta, entonces, usted nunca termina pagando lo que cuesta lo que compra, sino mucho más.

Ahora, si usted está a cargo de pagar su propio crédito estudiantil, a éste es al que debe darle prioridad. Uno de los principales errores de los universitarios es adherirse a solo pagar lo que corresponda, sin hacer abonos a capital, es decir, pagar un “poquito” más de la cuota que le toca mes a mes. Entre más abonos haga, la deuda se reduce mucho más y así dejará de pagar intereses, que es lo que realmente cuesta en una deuda.

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